TILAI

  • Este debate tiene 6 respuestas, 1 mensaje y ha sido actualizado por última vez el hace 2 meses, 2 semanas por YDjaqQ.
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    • #586 Responder
      Manuel Polls Pelaz
      Superadministrador

       

      Idrisa Ouedraogo era uno de los grandes directores de la historia del cine africano. Falleció hace 2 años en su país de origen Burkina Fasso, y nos deja una extensa obra de documentales, cortometrajes, y 8 largometrajes, todos ellos muy premiados a nivel internacional. El film que ahora nos ocupa “Tilaï” fue galardonado con el Grand Prix du Jury del festival de Cannes en 1990, y representa la cúspide de su carrera. Un cine perfectamente realizado, que va a las raíces de la cultura rural en su país, con excelentes actores y una discreción grande por parte del director en la puesta en escena. Efectivamente los paisajes de la sabana en África hablan por sí solos, y el depurado estilo de Ouedraogo se pone sencillamente al servicio de la historia, con una aproximación profunda a la psicología de los personajes.
      ¡Animaros a compartir vuestras impresiones!

    • #589 Responder
      Jose Antonio Cabrera
      Invitado

      En primer lugar agradecer a Cine Club Realejo/La Corrala de Santiago y a Manuel Polls Pelaez, este ciclo de cine tan bonito con el que nos ha obsequiado, un autentico lujo, asi como con tantas otras actividades Festival Cinemistica ect . Muchas gracias de verdad, sois geniales.

      Me ha gustado mucho la película, para mi es una sinfonía de muchos elementos, en primer lugar el color, las imágenes , los escenarios, todo el elenco de personajes. En segundo lugar la trama que presenta un abanico de temas trascendentales en la literatura, el teatro, el cine…etc.. el destino , el sometimiento a las costumbres y leyes tribales, la rebeldía de los jóvenes, y tambien el drama, el amor y la muerte que atraviesan las vidas de estas personas, habitantes de una tierra que se supone, «no corrompida» por la cultura occidental. Shakespeare , Lope de Vega o el propio Federico Garcia Lorca, han creado parte de sus obras y reflexionado sobre estos temas, estas pasiones, de trascendencia universal.

      • #591 Responder
        Manuel Polls Pelaz
        Superadministrador

        Gracias querido José Antonio, cuánto tiempo y qué alegría saber de tí. Efectivamente el guión pudiera ser traducido dramatúrgicamente y adaptado a cualquier tragedia universal en civilizaciones diversas. De hecho la película pudiera ser llevada al teatro, aportando diálogos añadidos que suplieran la invisibilidad de la naturaleza. Para goce de nosotros espectadores, el director Idrisa Ouedraogo hizo una puesta en escena tan aparentemente sencilla como lo es el espectáculo del paisaje que rodea a los personajes. Un paraje casi lunático el de la sabana en esa región de Burkina Faso. Ante el mar de la sabana, toda acción toma un relieve mondriánico y definitivo…

    • #592 Responder
      Cristina Olmedo
      Invitado

      Estimado Manuel. Esta vez la película que nos ofreces nos da una versión de la realidad de uno de los países mas pobres de Africa. Me parece un meritorio trabajo de un director que empieza su formación cinematográfica en su propio país, que sigue formándose en París y una vez bien aprendida la técnica, vuelve a Burkina Faso para mostrarnos su paisaje de sabana, sus gentes, su forma de vida y sus costumbres. Me llama la atención que haya cinco actores con el mismo apellido del director y esto me hace suponer que el presupuesto de la película no seria demasiado alto para el estupendo resultado a que da lugar: una visión real de una parte de ese país.
      A través de la sencilla historia que narra, nos hace ver la relación tribal de sus habitantes y lo arraigado de sus costumbres y tradiciones que hace que quien se salga de la norma, sea ferozmente castigado.
      Entre los personajes principales, destaca Kuilga, la joven hermana de Nogma, que encarna la apertura, la libertad de pensamiento, la crítica a lo que ella cree que no debe ser y que causa sufrimiento. Contrasta con Kougri, el hermano de Saga que siente culpabilidad por haber dejado escapar a su hermano en contra del mandato paterno y la tradición tribal.Su primer sentimiento de compasión, al dejar libre a Saga se transforma en dramático sometimiento a la ley de la tribu.
      La música no podría estar más acorde con las imágenes al emplear instrumentos me imagino que tradicionales de Burkina, al igual que el cuerno que hace sonar Saga en alguna escena.
      Si Solaris nos hizo explorar misterios, Tilai nos hace pisar la árida sabana burkinesa.

      Gracias de nuevo Manuel por tu trabajo. En espera de la rentrée , un sano y cálido saludo.

    • #593 Responder
      Manuel Polls Pelaz
      Superadministrador

      Estimada Cristina, tuve ocasión de hablar de la película de Ouédraogo con un jóven amigo y ex-alumno llegado hace años en patera, tras un largo peregrinaje desde Burkina Faso. Él es de otra etnia que habita igualmente en la sabana. Me estuvo comentando que hasta finales del pasado siglo las mujeres eran negociadas en matrimonio tal y como se ve en el film. Parece ser que la situación ha cambiado. Actualmente las nuevas tecnologías de comunicación han alcanzado incluso las zonas rurales del país, y evidentemente la sumisión femenina y la tradición ceden paso a otro tipo de relaciones. El padre de mi amigo, cristiano católico por cierto por el pasado colonialista francés, cogió recientemente una segunda esposa más joven, y las rivalidades y conflictos con la primera esposa y sus hijos surgieron de inmediato. En 1990 cuando se filmo «Tilai» (por cierto que el film es ciertamente intemporal), los códigos de honor aliados con el poder sometían cualquier tipo de alzamiento en contra del status quo machista, tal y como ocurre en el film.
      Como bien dices, en el film se vislumbra ya una nueva generación y una futura apertura. El hijo o hija de Nogba será sin duda alguien que no aceptará los códigos de honor que acabaron absurdamente con su padre y su abuelo…
      El film fue de producción media para la época, no faltaba de nada, pero todo fue perfectamente utilizado. Los técnicos de imagen y sonido eran suizos y franceses, pues así se planteó un tipo de coproducción de cine de autor que funcionaba bastante en su momento.
      Lamentablemente estos proyectos son cada vez menos frecuentes en el continente africano, por diversas razones: bajas estadísticas de audiencia, problemas de seguridad en la zona, etc.
      Y sí, hemos aterrizado en la tierra, lunática como la sabana.
      Hasta pronto espero, un cordial y cinéfilo saludo.

    • #594 Responder
      Gustavo Valero
      Invitado

      Gracias, una vez más, Manuel, por la película que nos ofreces. No la conocía, ha sido un deleite su contemplación, en la que iban incluidos momentos de desgarro, de ternura, de tristeza por una historia de…honor. Me ha recordado la película Moolaadé (2004), de Ousmani Sembene, tremebunda también, que habla del derecho de asilo, de protección (frente a la mutilación genital). Es tremendo el conflicto que se plantea en una pequeña comunidad, idílicamente asfixiante, en el que la lucha por la libertad individual, el amor como salvación individual, la ruptura con la tradición, no consiguen traspasar la inexorabilidad del honor. Coincido con Cristina en la descripción de las actitudes de los personajes: Kuilga es un personaje clave, joven rebelde y cuestionadora: le pide a su madre que le hable de la vida (y obtiene una respuesta de agresión y sometimiento), se burla del destino como valor colectivo. Al final no servirá de nada, pues la presión colectiva harán el resto.
      Para mí la obra, coincido también con José Antonio, más que un reportaje etnográfico, es un drama universal. También me he acordado de las obras africanas de Jean Rouch, de ese cinema verité que aquí no está. Aquí quién se halla, efectivamente, José Antonio, es García Lorca, para mí la obra tiene muchos paralelismos con La casa de Bernarda Alba, se plantea un conflicto intemporal que también se da en esas comunidades etnográficamente coloridas de «buenos salvajes». Son temas universales, es el ser humano sin fronteras que experimenta la misma tensión con el amor, el sometimiento, el honor, la tradición…Me he acordado de la película franco-iraní A las cinco de la tarde, de Samira Makhbalbaf (2003): Lorca en Afganistán, igual temática, igual funcionamiento y resultado y profundidad en el análisis del corazón humano…
      Un cordial saludo a los cinéfilos compañeros, a ti, Manuel, y gracias por este circuito de resistencia fílmica al pandemónium que iniciabas en Marzo.
      Un abrazo

      • #596 Responder
        Manuel Polls Pelaz
        Superadministrador

        Disculpa Gustavo que no te haya contestado hasta ahora pero hemos pasado unos días complicados de trabajo y salud.
        No conozco la película de Samira Makhbalbaf que mencionas pero voy a intentar agenciarmela y visionarla. Porque efectivamente la tragedia merodea por doquier en la naturaleza humana, en ocasiones alentada por normas sociales y tradiciones fomentadas nocivamente por las estructuras de poder.
        Gracias por tus comentarios y sí, efectivamente, pese al pandemónium como tú dices, o pese a quien tenga que pesar, seguiremos considerando que nuestra especie se debe al humanismo como principal divisa.
        ¡Tengo ganas de departir en persona nuevamente juntos, aunque sea enmascarados!

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