2 thoughts on “CERTAMEN CINE ESPIRITUAL: Primavera Cinemística. Programación marzo-junio 2014. Granada

  1. Algo de razón llevaba Walt Disney cuando, en 1963, puso en manos de su criatura animada Merlin, la posibilidad de convertirse en el animal más pequeño y, a un tiempo, más poderoso, en su divertido combate de hechizos con la malvada Madam Mim. En el relato de «Merlin el encantandor», éste se convertía en microbio y vencía a la artera y desaliñada bruja. Pues bien, algún pariente de los muchos descendientes de ese microbio ha estado dándose un festín con todos nosotros en estos días tan desapacibles, con que está acomodándose una primavera, largo tiempo esperada por todos los que habitamos en esta ciudad de Granada.

    La inoportuna visita de semejante bichito no me habría causado mayor perjuicio que los que suele llevar consigo como daños colaterales en cabeza, narices y pecho, de no ser porque, con ello, me impidió poder asistir al pase de «Primavera tardía». Y así, como el que no quiere la cosa, ha conseguido que el señor Ozu sea, todavía, un perfecto desconocido para mí, aunque, con crisis eterna del cine o sin ella, estoy completamente seguro de que, más temprano que tarde, acabaremos intercambiando miradas por secuencias sobre el primer lienzo blanco que se ponga a tiro.

    Pero las desgracias rara vez suelen venir sin paquete en el asiento trasero, así que con semejante victoria sobre mis defensas, también consiguió que me perdiera el debut de Elena como moderadora en esta peculiar «Primavera Cinemística» y, por supuesto, las intervenciones de personas cuyos rostros, voces y expresiones comienzan a serme familiares.

    Afortunadamente, los tres párrafos anteriores están redactados en pasado y aún queda primavera para rato en la Ciudad de los Cármenes, y Cinemística suficiente como para profundizar todo lo que seamos capaces en el insondable pozo sin fondo de esa trascendencia hecha danza de imágenes y sonidos, que se deja querer todos los viernes en el entrañable «cine de cámara» de la calle Santiago.

    Y, directos al grano, y sin penitencias previas, vamos a entrar «a lo bestia» en lo más profundo de la Cuaresma con un Viernes de Dolores de los que no se olvidan, a juzgar por los dimes y diretes que me han llegado de la película de Béla Tarr. Creo que es un espéctaculo desolador sobre la desolación más desesperanzadora, así que, aunque los licores no suelen ser el santo de mi devoción, es más que probable que el día 11, cuando las tinieblas se hayan enseñoreado por completo del Realejo, sí que os acepte una copilla de ese licor destilado de nuestras más puras esencias ibéricas, cuya otra metafísica política creo que anda escudriñando hoy la atildada clase ¿política? en el Sancta Sanctorum de la Carrera de San Jerónimo.

    Confieso (y como véis, queridos amigos Manuel y Elena, los términos de la liturgia de estos días son muy difíciles de soslayar en una cultura como la nuestra, tan imbuida de todo lo religioso) que siento una malévola curiosidad, en aumento con el paso de los días que aún nos separan de esa proyección, no ya por ver la película (cosa que se nos supone a todos los parroquianos de la Cinemateca), sino por conocer las opiniones, sentimientos y reacciones de todos los elegidos para esa peculiar vigilia, pues, con el «eppur si muove» de Galileo, me pregunto si es posible establecer alguna conexión entre esas idas y venidas rutinarias y desalentadoras, de que nos hablará el señor Tarr, y aquellas otras, llenas de color, con que nos enseñó a danzar por la vida el señor Schwizgebel en «Chemin faisant».

    ¡Felicitaciones por todo lo visto y conversado hasta ahora y… nos vemos el viernes… de proyecciones, de meditaciones, de pasiones, de desesperanzas… y Viernes de Dolores.

    • Muchas gracias por tus palabras José María, qué maravilla. Suerte que aun no has visto ningún film de Ozu, !te queda todo un gran cineasta por conocer! Hay 7 razones de peso que hemos querido señalar para el Vienes de Dolores…veremos qué pasa. Hasta pronto amigo.

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